José
Antonio Gutiérrez Dantón / Domingo 10 de marzo de 2013
La
líder de Astracatol y sus compañeros, detenidos ilegalmente por el Ejército el
día 3 de Marzo, demuestra las arbitrariedades diarias en las zonas de
Consolidación Militar
La
dirigenta campesina Maribel Oviedo, de Astracatol e impulsora de la Marcha
Patriótica en el Tolima, junto a sus compañeros Onán Cortez y Osiel Giraldo,
fueron dejados en libertad el lunes 4 de Marzo tras 24 horas de angustia y
detención arbitraria. Ni la compañera, quien además es madre de un bebé de 4
meses, ni los otros compañeros, tenían ninguna orden de captura en su contra;
aún así, fueron arbitrariamente detenidos por efectivos adscritos a la Sexta
Brigada, muy probablemente miembros del Batallón de Infantería No XVI
“Patriotas”*.
Los
hechos ocurrieron en la vereda La Esmeralda, corregimiento de Riomanso,
municipio de Rovira, departamento de Tolima. En un diálogo con Maribel, nos
comentó las circunstancias de su detención ilegal.
“Nosotros
estábamos haciendo nuestras tareas normales, íbamos a reunirnos con campesinos
de esa zona de Rovira, en el corregimiento de Riomanso. Entonces llegamos a la
finca de Cebastacol, que es de un señor de esa zona. Yo iba a esa casa, iba a
entrar a desayunar, porque esto fue muy temprano, a eso de las 7:30 de la
mañana, y el taller se iba a desarrollar en la escuela con los campesinos
afiliados a Astracatol. Cuando nosotros llegamos, el ejército ya estaba dentro
de la casa, ocupando esa propiedad civil, y nosotros llegamos, saludamos, y ya
nos tenían encañonados y nos hicieron entrar rápidamente. Nos cogieron los
bolsos y nos hicieron esculcarlos, y nos hicieron firmar un acta de buen trato,
pero lo hicieron con amenazas así que firmamos… le dijeron todo el tiempo a un
compañero que venía conmigo que nos desmovilizáramos, que éramos guerrilleros,
y que un desmovilizado nos había señalado, que dijo que nosotros éramos
guerrilleros. Nos tuvieron encerrados en una habitación, en un cuarto dentro de
la casa con uno de ellos haciendo de guardia, cuidando. No éramos los únicos
detenidos, porque una hora antes, el ejército había llevado a la finca a dos
campesinos que no conocíamos que estaban encerrados en otro cuarto.”
El
momento de mayor angustia, sobrevino cuando ya estaban detenidos:
“Les
dije que tenía derecho a una llamada, y me dijeron entonces que bueno, que
llamara a una persona. Llamé entonces a Jailer [ed. su esposo] y les dije a los
soldados que estaba hablando con el abogado, les dije que ya había hecho la
denuncia, y como se hizo esto de una vez no me quitaron la comunicación. Ellos
no tenían nada contra nosotros, revisaron nuestras cosas y comprobaron que no
teníamos nada, solamente material sindical para los campesinos… es más, cuando
nosotros llamamos a los derechos humanos, ellos ya nos querían dejar ir… y
resulta que ahí, en el instante, se presentaron unos enfrentamientos con la
guerrilla… los hostigaron cuando estábamos detenidos, y ahí dijeron entonces
que ustedes eran, que veníamos con ellos, y nos encañonaron, se pusieron muy
bravos. El ejército había dado la orden de dispararnos, tenían todo listo, nos
estaban apuntando y un señor de la finca que nos conocía dijo que éramos
civiles, que no dispararan. Así que por la intervención de ese señor nos
salvamos.
Nos
pasamos ahí encerrados, sin ninguna razón, más de 24 horas. Al otro día, el
lunes 4 de Marzo, a las 8 de la mañana nos soltaron a todos. Fue terrible, muy
angustiante, no sabíamos que iba a pasar con nosotros ni nadie nos daba razón.”
Hoy
en día Maribel, Onán, Osiel, así como los otros dos campesinos no identificados
que también estaban encerrados con ellos, se encuentran en libertad, sin cargos
ni nada en su contra. Pero sabemos muy bien el acoso que están sufriendo los
campesinos organizados en Tolima bajo la “consolidación territorial” del
ejército. Sabemos que existe una campaña sistemática contra Astracatol por
parte del Ejército, y que esta retención ilegal puede ser solamente el
preludio. No podemos sacar los ojos ni de esta organización campesina ni del
Tolima. Estemos vigilantes. No olvidemos tampoco a los presos de Astracatol de
La Marina: Edwin Lugo Caballero, José Norbey Lugo Caballero, Arcesio Díaz,
Aycardo Morales Guzmán, Saan Maceto Marín, Fredynel Chávez Marín, Alexander
Guerrero Castañeda y Armando Montilla Rey, quienes hoy se están pudriendo en
condiciones inhumanas en esa auténtica mazmorra que es la cárcel de Picaleña en
Ibagué. No ignoremos tampoco la brutal represión que sufrieron estas semanas
los campesinos a raíz del paro cafetero. Hay varias decenas de heridos mientras
el gobierno arroja gases, balines y bolillo corrido contra quienes reclaman por
su derecho a la vida.
Nadie
está olvidado. Nadie está abandonado. No saquemos nuestros ojos del Tolima. Por
la tierra y la libertad, por la justicia social, adelante campesinos del
Tolima, no están solos.
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*En
la denuncia original del 3 de Marzo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos
de la Marcha Patriótica, se denuncia erróneamente que los compañeros fueron
detenidos por el Batallón de Infantería Número 6. Esta confusión se debió a que
la compañera Maribel, en medio de la confusión y el nerviosismo, no se fijó
bien en los distintivos de los efectivos militares. Según me dijo “los distintivos
que portaban unos pocos decían batallón de infantería brigada número 6”. De esto se desprende que fue
un Batallón de Infantería, cuyo número no cogió, pero que puede deducirse es el
XVI por los propios comunicados del ejército que indican que en esa fecha eran
ellos los que estaban operando en la zona (ver por ejemplo el siguiente
comunicado del ejército http://www.ejercito.mil.co/?idcateg...). La denuncia
original se puede consultar en http://prensarural.org/spip/spip.ph...